Una hermosa niña …
Erase un día cualquiera,
paseando por la campiña,
recuerdo que era primavera,
cuando divisé a una hermosa niña.
Antes de cruzarme con ella,
arranqué una hermosa flor,
para regalársela a la doncella,
y prometerle todo mi amor.
No le di la flor por temor,
era jovial, alegre y bella,
pude demostrarle mi amor,
pero tuve miedo de ella.
La esperaba a diario con afán,
era feliz viéndola caminar.
Al cabo de unos años,
mi niña se convirtió en mujer,
un día se enamoró de un galán
y desde entonces no la puedo ver.
Joan