Amor para siempre porque eres un regalo de Dios

amor-para-siempre

Amor para siempre porque eres un regalo de Dios

Amor para siempre …

Nunca le pregunte a Dios,
porqué me regaló tu amor
y veces yo mismo me pregunto,
que hice para poseerlo.

Le pedí una buena mujer,
que me amara y fuese fiel,
para compartir mi vida
y quererla hasta el final.

Un día quiso el destino,
que sin querer te saludara,
te cruzaste en mi camino
y el amor hizo que te quedaras.

Llevamos varios años juntos
y todavía no puedo creer.
que sea algo tan perfecto,
teniéndote a ti como mujer.

Con estos versos quiero decirte,
que doy gracias a Dios,
por ser tan generoso conmigo
y permitirme amarte para siempre.

Joan

P.D. Amor para siempre porque eres un regalo de Dios.

Hola amigos de Poemas de Amor, edito esta entrada para insertar un poema que nos ha enviado un amable lector y desea que lo insertemos en esta entrada.

El título «Que esta noche nunca termine» tiene mucha relación con amor para siempre.

Que esta noche nunca termine,

Estamos aquí juntos como hemos deseado
esta noche es para nosotros
dos amantes unidos con una pasión profunda,
mucho más profunda que cualquier océano.

Dos corazones que se elevan
tan alto como pájaros en el cielo
pidiendo que la noche nunca termine
para gozar del amor unidos.
Acaricio tu piel suave
mientras tu belleza irradia en ti como una estrella brillante,

tan brillante y llena de vida.
Sostengo tu mano en la mía y el tiempo se detiene
Puedo sentir mi corazón palpitar rápidamente
mi cuerpo junto al tuyo,
a través de nuestras manos temblorosas
pidiendo que esta noche nunca termine.

Tus ojos, color azul que emanan un amor tan profundo
Que quema mi alma con deseo
Un beso, tan suave pero lleno de pasión
Envía calor a lo largo de mi cuerpo
mientras me invade un sentimiento de euforia
El abrazo, perdido en tus brazos amorosos
Rezo para que esto sea siempre
tan seguro, tan sin miedo, tanto amor
Sí, mi amor , esta noche, esta noche es para nosotros
Dos amantes que compartimos nuestros corazones
Nuestros sueños, nuestras almas, nuestros deseos
pidiendo que esta noche nunca termine.

– David J. Kneller –